seguidores reflexivos

martes, 19 de febrero de 2013

Mi confesión.

Estos últimos están siendo unos días difíciles para mí. De hecho son de los peores que he vivido en mucho tiempo. Y hay una persona que sabe el por qué.

Tú. Ahora que lees esto sabrás que este texto se me hace difícil de escribir. Muchos sentimientos al mismo tiempo, y muchas ganas de decirte tantisimas cosas..aunque intentaré hacerlo lo mejor posible.

Hace mucho ya que nos conocemos, y lo primero, como siempre, he de darte las gracias. Gracias por tu tiempo, gracias por tu paciencia, gracias por tu sonrisa, gracias por tu cariño, gracias por estar ahí..gracias por quererme, en resumen. Y, aunque quizás ahora por las circunstancias que nos tocan vivir en este momento puede que estes confusa..sé que interiormente sabes que me sigues queriendo. Como yo a tí.

En segundo lugar, he de hacer una confesion: tengo miedo. Quizás pueda sonarte exagerado o dramatista, pero es uno de los múltiples sentimientos que tengo ahora mismo. Tengo miedo a perderte. Miedo a que ya no sea lo mismo. Miedo a verme obligado a acostumbrarme a una realidad que no quiero asimilar. Miedo a que llegue el día que no sea más que un recuerdo. Estoy aterrado en realidad, por que nunca jamás, bajo ningún concepto, quiero adaptarme a vivir sin tí. Pero, pese a todo, aún conservo la esperanza.

Y es que voy a luchar. Luchar por tí. Por nosotros. Por que para vivir el destino has de asumirlo y aceptarlo, y me niego. Eres demasiado importante para mí como para que me rinda. No te mereces eso. Y sabes perfectamente que soy demasiado cabezota para rendirme.

Y todo por qué? Pues verás: lo facíl sería abandonar y tirar la toalla. Decir simplemente "ya habrá otras oportunidades", y dejarlo todo atrás. Pero no puedo hacerlo por una sencilla y a la vez poderosísima razón. Yesa razón es que tengo un problema: que estoy perdidamente enamorado de tí. Así que ya sabes, pequeña lectora a la que va dedicada esta confesión: no va a ser facíl, pero no te vas a librar de mi tan facilmente.

Te quiero, y espero sacarte, al menos, una pequeña sonrisa cuando leas esto. Esa sonrisa que siempre ha iluminado mi vida desde el día en que te conocí.